EMPLASTOS Y CATAPLASMAS

Una tisana de plantas medicinales se mezcla a una base de arcilla preparada, se envuelve en una tela de algodón y se aplica a la zona a tratar.

El tiempo oscila entre ½ y 1 hora.

Dependiendo de la dolencia que se esté tratando, se aplicará fría o caliente.

Frío: Contrae, estimula y tonifica, a fin que la enfermedad salga de dentro hacia fuera. Como ejemplo, la cataplasma de rodilla

Calor: Dilata, calma y relaja. Cataplasma de arcilla en la espalda, recordemos que la columna quiere calor.

Muy caliente: básicamente se utiliza para reventar forúnculos

Cataplasmas de arcilla
Las cataplasmas de arcilla no son sino una mezcla de arcilla y agua en forma de masa pastosa, que debe colocarse sobre la piel formando una capa fina.

Cuando utilizamos arcilla y agua, se trata de una cura geotermal.

La arcilla tiene también una gran capacidad para conducir el calor, lo que la hace útil en cataplasmas que se colocan sobre la parte afectada.
Las cataplasmas de arcilla pueden ser frías o calientes, según la necesidad del paciente: si la afección hace que la piel esté caliente y congestionada, el apósito de arcilla será frió; si se trata de aportar calor a un órgano poco tonificado, lo mejor será aplicar un apósito caliente.