En caso querer endulzarla, siempre se hará con miel, o como máximo con azúcar natural de caña.
La tisana o infusión es una bebida que se consigue al hervir determinadas combinaciones de hierbas o especias en agua. El agua queda impregnada de sustancias solubles que pueden aportar efectos beneficiosos para la salud. Actualmente, son frecuentemente utilizadas en la medicina alternativa; son también llamadas té o bebidas aromáticas.
Las tisanas, dependiendo de la parte utilizada de la planta y lo que cueste obtener su principio activo, se hacen en infusión, cocción o maceración:
INFUSION: Agua y hierbas no cuecen juntas. Las partes utilizadas son flor, hojas y algunos tallos)
Ø
Ø En una taza se han preparado ya las hierbas correspondientes (siempre se trata de una cucharada colmada)
Ø Se vierte el agua
Ø Se tapa y se deja reposar junto 10’
Ø También puede hacerse al revés, esto es, las hierbas se añaden al agua hirviendo ya sin fuego.
COCCIÓN: Agua y hierbas cuecen juntas 10’, se apaga el fuego y se dejan reposar otros 10’. Siempre se utilizará una cucharada rasa de hierbas. Las partes utilizadas son raíz, semilla, fruto, corteza y algunos tallos. MACERACIÓN: Se dejan juntas el agua (temperatura normal) y las hierbas durante 13 horas. Se filtra. Se puede beber directamente o templado/caliente.
Ø Manzanilla (flor) 20 gr.
Ø Menta piperita (hoja) 20 gr.
Ø Anís verde (semilla) 20 gr.
Ø Hinojo (fruto) 20 gr.
Cuando la fórmula contiene partes diferentes de la planta, y salvo excepción, las bases de la tisana, son:
Ø 1 tazón de agua
Ø 1 cucharada sopera de la mezcla del total de hierbas
Ø todo en cocción de 5’ (en lugar de los 10’ habituales de las cocciones)
Ø se deja reposar sólo 5’ (en lugar de los 10’ de las cocciones)
Ø se puede tomar
Si la tisana sólo es de flores, de hojas o de cortezas, casa una lleva su propia forma, sea en tisana, cocción o maceración.
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